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La pluma de Kim

La codorniz

La codorniz

Mejores que el pavo

Además de ser más vistosa en una presentación de fiestas (Navidad, Nochebuena, etc.), la carne de codorniz es una de las menos calóricas y pobre en colesterol, por lo que es muy buena en dietas de adelgazamiento y de control de lípidos.

Por el contrario, es rica en proteínas (posee más que la carne de pollo o pavo) y destaca su alto contenido en hierro, imprescindible para la formación de glóbulos rojos. Además, contiene una buena porción de vitamina B1, indispensable para el sistema nervios; B2, necesaria para la integración de la piel y su importante papel en la visión; y B6, ayudante en la producción de los anticuerpos.

Deshuesar y rellenar una codorniz

Cambiar el pavo por las codornices para las fiestas de esta Navidad puede resultar muy fácil y mucho más sabroso.

Si utiliza las sencillas técnicas que mostramos aquí, no sólo conseguirá que sean más fáciles de comer, sino que realzará su presentación, en especial si las acompaña con una salsa de vino o de oporto.

- Retire con un cuchillo pequeño y afilado la espoleta de la codorniz, estire los huesos de los muslos de la carcasa corporal y libere la carne de las alas por donde se unen al cuerpo. Empezando por el extremo del cuello, inserte el cuchillo entre la carne y la caja torácica y páselo con cuidado alrededor de la misma para liberar la carne.

- Cuando haya liberado la caja torácica, arránquela con los dedos (los huesos y las alas pueden dorarse con cebollas al prepara la salsa). Sazone el interior de las codornices y llénelas holgadamente con el relleno elegido. Brídelas y áselas (preferentemente en grasa de oca o pato) en el horno a 200 ºC durante 15-20 minutos.

- Sirva las codornices asadas en una fuente recubierta con su salsa y adórnelas con setas silvestres salteadas y remitas de romero y perejil.

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